Emprender a medias

Cuando deseamos mucho algo, con toda la fuerza de nuestro corazón y de nuestra razón, no escatimamos en esfuerzos y sacrificios para alcanzar lo que deseamos. Cuando conseguimos llegar a donde nos habíamos propuesto, la felicidad de haberlo conseguido es como una corriente de 200 000 Voltios atravesando el cuerpo.

Y podríamos decir que seria muy cercano a:

Emprender es una sensación parecida. Desde la seguridad del suelo o del proprio precipicio, emprender es la mas parecido a dar un salto de fe y lanzarse al vacío armado de nuestro valor y de nuestro convencimiento de que vamos conseguir alcanzar nuestro objetivo de poner nuestra empresa en funcionamiento y que está va tener éxito. La analogía, que el paracaídas se va a abrir y que no nos vamos a “espaturrrar” contra el suelo a mas de 300 Km por hora.

Que pasa, cuando en la realidad no damos el salto completamente y hacemos cosas que son parecidas a emprender, pero mas bien desde la comodidad de una grande corporación, o desde la seguridad de contar con una estructura que nos respalda?

Es cierto la sensación de vértigo y la emoción de la velocidad están ahí, la sensación de que vamos a salir lanzados a  muchos Km por hora, está ahí, en cada curva, en cada bajada y sin llegar a hablar de si tiene un loop. La emoción está ahí, la sensación velocidad también, las descargas de adrenalina también, por lo que satisfacemos nuestra sed de emociones y neutralizamos el aventurero que hay en nosotros. Pero es realmente lo mismo?

Emprender a medias, es como andar en una montaña rusa, que satisface nuestra sed de aventura empresarial, y que nos deja adormecidos en el confort de nuestros proyectos estrellas, al mismo tiempo que nos permite imaginar que realmente estamos emprendiendo, solamente lo estamos haciendo para otros. El problema es que muy probablemente, por detrás de un emprendedor a media, hay un verdadero emprendedor con gana de hacer la diferencia y de realmente crear sus proprios proyectos de éxito. El otro adormila nuestros sentidos y nos deja en un semi-estado de trance, sueño virtual donde lo que conseguimos no es realmente nuestro, si no de para quien lo hacemos.

Como podemos ser un emprendedor a  medias? Hay muchas formas, la que se aplica a mi, en el pasado, es la de ser un directivo/CEO de empresas, donde a pesar de que la empresa no sea realmente tuya, el grado de implicación con la misma llega a niveles que las fronteras se diluyen.

También veo que cuando al gente  genera  nuevas ideas y nuevos proyectos dentro de una empresa (intrapreneurship) esa “sed” de crear es acalmada, pero si realmente emprender por si mismo, pero más bien para otros. Habrá probablemente otro tipo de experiencias fuera de mi conocimiento que puedan funcionar de esta forma, desconocidas para mi en la actualidad.

Ser emprendedor a medias no es malo, puede ser un primer paso para ser un emprendedor verdadero, y que sea solamente el 50% en el camino que lleva al 100%. Es por lo cuando una escuela de conocimiento y entrenamiento que nos puede preparar para los retos que encontraremos una vez que hayamos dado el salto final, y que tengamos claro que seamos el 100% original.

El emprendedor a medias es en muchos casos, el camino hacia donde se está moviendo la nueva realidad laboral, donde se espera muchas veces que los empleados actúen de agentes pro-activos, capaces de germinar y desarrollar sus proprios proyectos

Ser emprendedor a medias puede ser malo, si no dejamos prender por el 50% y no lleguemos nunca al 100%, porque nos dejamos convencemos, por las sensaciones que obtenidas, que “realmente” somos emprendedores, pero tal no es verdad, y la cruda verdad nos despertará el día que nos demos cuenta de que todo por lo que trabajamos, no es nuestro, si no de una compañía o de terceros que tan poco son emprendedores 100% . No hay pesadilla mas horrible que la de despertarse de un sueño suave y divertido directo a una realidad gris y amarga.

En un mundo en que la sabiduría que da edad, tiene cada vez menos valor, y las certezas de hoy, son las incertidumbres de mañana, el ser emprendedor es una de las mejores garantías de longevidad profesional que hay, por sus características de innovación y re-ingenieria constantes, perseverancia, coraje y valor, que puede dar el saltar al vacio del desconocido.